El Plan Decenal y el Estratégico 2008-2012 del Ministerio de Educación señalan en qué y cuánto se requiere invertir. Parte del acelerado endeudamiento debía destinarse a la educación
A propósito de la campaña desarrollada por un conjunto de organizaciones sociales que se han unificado alrededor de la demanda para que el Estado destine el equivalente al 4% del Producto Interno Bruto para la inversión social en educación, he estado reflexionando desde el punto de vista técnico sobre la viabilidad de cumplir con tan noble e impactante mandato legal y social, y mi conclusión es; que sí se puede.
La principal objeción que se argumenta para cuestionar los reclamos de aumentar significativamente los recursos del presupuesto público que se invierten en la educación, es que los ingresos del Gobierno son escasos o limitados y que por tanto es imposible apostar al futuro y a la dignidad de las presentes generaciones.
Como ha sido comprobado en el caso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el problema no consiste solo en la falta de recursos, sino que en adición tenemos el problema de que dentro de las prioridades de la clase política gobernante ayer y hoy no se encuentra la educación.
Por conveniencias económicas y políticas particulares y de los grupos de interés que giran alrededor del Estado, durante décadas hemos privilegiado una política presupuestaria de gastos en burocracia y en infraestructuras divorciadas de las necesidades del desarrollo social, humano y económico del país.
Mi convicción de que es necesario y posible orientar el equivalente al 4% del PIB para la educación ha sido reafirmada luego de revisar nuevamente los planteamientos contenidos en el Plan Decenal de Educación y en el Plan Estratégico 2008-2012 del Ministerio de Educación.
En ambos documentos se establece con mucha claridad en qué y cuánto se necesita invertir para dar un verdadero salto cualitativo y cuantitativo en la educación y en la sociedad dominicana.
Según los objetivos y metas propuestas en el Plan Estratégico del Ministerio de Educación, para el ciclo 2011-2012 esa dependencia debía asignársele un presupuesto de unos 75,984 millones de pesos que se invertirían en 10 componentes o áreas de intervención identificadas con sus objetivos, metas e indicadores establecidos.
El cumplimiento de la meta de 4 por ciento del PIB para la Educación en el Presupuesto General del Estado para el 2011 requeriría una inversión de 84,157 millones de pesos que representarían el 19.5 por ciento del presupuesto total sometido al Congreso Nacional.
Para la función Educación el proyecto de presupuesto 2011 apropia un monto de 49,708.9 millones, que representan el 2.4 por ciento del PIB y un 12.7 por ciento del total presupuestado.
Como puede advertirse, la brecha entre lo que se propone en el presupuesto para la educación y lo que el Ministerio ha identificado dentro de su Plan Estratégico, así como las necesidades de las demás dependencias públicas vinculadas al área educativa, es de unos 34,448.4 millones, equivalentes al 40.9 por ciento de lo que se requiere.
Para cubrir la brecha indicada, el Gobierno podría reenfocar al menos el 80 por ciento de los fondos destinados a los programas de asistencia social, lo cual generaría unos 13,900 millones, reducir los gastos en transferencias a los entes descentralizados en un 10 por ciento lo que representaría unos 7,700 millones y especializaría unos 12,848.4 millones adicionales del endeudamiento externo previsto para el 2011 (17.6%) para ser invertidos en la Educación.
Cabe recordar que para el próximo año se espera obtener préstamos para la segunda línea del Metro por un monto de 7,071 millones de pesos y ha garantizado 5,928.6 millones del Fondo General para esta obra, lo cual arroja un total de 13 mil millones, lo que rompe el récord anterior de fondos asignados a una sola obra en un año, que era de 10 mil millones destinados durante los años 2007 y 2008 a la primera línea del Metro.
Es incomprensible que el Gobierno se haya endeudado de manera extraordinaria en los últimos años y muy poco de estos préstamos que comprometen el futuro del país se hayan destinado a sectores como el educativo, que tiene un impacto positivo sobre el desarrollo a mediano y largo plazo.
Por ejemplo, de los RD$72,922.3 millones que el Gobierno se propone tomar prestados en el 2011, apenas el 6.7 por ciento serán para Educación.
Pienso que ya es tiempo de que se establezcan disposiciones y mecanismos mediante los cuales se obligue, a que por lo menos el 50 por ciento del endeudamiento del Gobierno sean invertidos en los sectores sociales y que la mitad de este 50 por ciento se destine a la educación.
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Para construir la patria
Como se destaca en el Informe sobre Políticas Sociales del PNUD: “La educación es el medio principal de construcción de valores de una sociedad. A través de ella se siembran principios, normas, visiones y se construye el ideal simbólico de una sociedad. La educación tiene un valor intrínseco e instrumental, que incide en todas las dimensiones de la actividad humana”. “Por lo tanto es un elemento esencial en una estrategia de desarrollo humano para construir cohesión social.”
La cifra
84,157 millones de pesos, que representarían el 19.5% del presupuesto total sometido al Congreso, debería asignar el Gobierno para cumplir con el 4% del PIB a la educación.
Desde el Periodico Hoy
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