Esta es la bitácora de todos/as los que queremos una educación digna. !!!!4% del PIB YA!!!.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Sin educación el desarrollo es un mito


Escrito por: Carlos Salcedo (carlos30salcedo@hotmail.com)

En 1998 Oswaldo de Rivero estremeció el mundo intelectual al afirmar que el desarrollo no es más que un mito que ayuda a los países subdesarrollados a sobrellevar su desgracia y a los desarrollados a aliviar su conciencia, pero que es imposible alcanzar en las actuales condiciones culturales, económicas y ecológicas del mundo.


Hasta la década de los 50, los países que no habían pasado por la revolución industrial capitalista se llamaban países atrasados.

A partir de entonces, cuando comenzaron las teorías del desarrollo, se les llamó países subdesarrollados.

Luego, en los sesentas en vías de desarrollo. Para superar la incertidumbre sobre si los países llegarían o no al final del camino, surgió el nombre de países en desarrollo.

Fuera del lenguaje empleado para solapar la pobreza, en los hechos la senda del progreso material y bienestar general ha sido una falacia.

5,000 millones de habitantes del mundo subdesarrollado son atrasados científicamente; viven con menos de tres dólares diarios de ingresos, nutriendo los cordones de miseria urbanos, con el consecuente desequilibrio físico-social generador de escasez de agua, alimento y energía, con una pesada deuda externa, llenos de violencia, delincuencia y corrupción.

La verdadera agenda de estos países, incluido el nuestro, es de supervivencia, jamás de riqueza y desarrollo, lo que implica dejar los sueños del modelo que propicia el desastre ecológico y la expansión urbana. Se requiere un cambio cultural, científico y tecnológico y un equilibrio físico-social entre el crecimiento poblacional y la disponibilidad de agua, alimentos y energía.

Sólo una sociedad educada para las ciencias y la tecnología y para la protección del medio ambiente puede superar el mito del desarrollo. El 4% del PIB para a la educación contribuiría a hacer viable un país atrasado como el nuestro.

Negarlo es seguir aliado al mito de Sísifo, condenado a empujar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvería a caer por su propio peso. Este es el camino del trabajo inútil y sin esperanza para el interés general, que es el peor de los castigos.

Desde el Periodico ElDia

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