Para que el Presidente de mi República tenga más motivos para reconocer y felicitar a dominicanos y dominicanas que han logrado mejores posiciones en el país y el mundo, fruto de la educación brindada en su Gobierno y en los por venir, como resultado del cumplimiento de la Ley de Educación, en pro del desarrollo humano.
Voy a vestirme de amarillo por mis hijas, que son merecedoras de una educación más digna, porque sencillamente en ellas gasto más del 4% de mi salario mensual, y aún así no estoy conforme.
Voy a vestirme de amarillo porque los hijos de mi vecina deben cargar cada día una silla a cuestas para recibir el pan de la enseñanza…
Voy a vestirme de amarillo porque quiero contribuir con el cumplimiento de la Ley de Educación que reza disponer de un 4% del PIB para la educación dominicana.
Voy a vestirme de amarillo porque los dominicanos y dominicanas tenemos la capacidad de ser ejemplo en cualquier lugar del mundo pero no contamos con los recursos necesarios para desarrollar eso que somos capaces de hacer.
Voy a vestirme de amarillo por los paraguas abiertos a favor de la educación, por los golpes aguantados por ciudadanos pacíficos que exigían en silencio su derecho a una educación más digna.
Voy a vestirme de amarillo para que logremos tener en el Congreso ciudadanos conscientes de lo que es la educación, lo que representa para los pueblos, como repercute en el desarrollo…
Tomado del Periodico El Caribe
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